El Viajero

......tiempo que no leia un articulo tan bonito sobre un palomo......gracias AL AUTOR.

 

HISTORIA VERDADERA DE UNA PALOMA LLAMADA , ÒEL VIAJEROÓ por Zirahuen Ortiz .

 

En un d’a como cualquier otro , eran los inicios del mes de Marzo del a–o 1997 , recuerdo vagamente que de repente me sent’ encerrado , me sent’ que ya no cab’a en mi cub’culo , sent’a cada d’a la necesidad de estirarme y sobre todo sent’a el instinto de dar picotazos poco a poco alrededor de donde estaba , no sab’a que la naturaleza a travŽs de Dios me hab’a dado una herramienta muy preciada para este momento de mi vida , mi pico era muy fr‡gil para mis 18 d’as que ten’a de haberme formado dentro del huevo que mi madre hab’a formado dentro de su cuerpo , pero oh misterio de la vida Á , en la punta de mi pico ten’a un peque–o instrumento duro y picudo como si fuera de diamante y con Žl picaba y lanzaba otro picotazo , con dificultad debido al peque–o espacio que ten’a , giraba lentamente como pod’a y empezaba nuevamente con mi dif’cil trabajo .

Por fin sent’ en este œltimo golpe y a punto de desfallecer debido al cansancio y a la falta de ox’geno que ya empezaba a sentir , como la cubierta dura que me rodeaba se venci— , sent’a que pod’a estirar mis dŽbiles patas y pude sentir como jalaba aire y respiraba , me quemaba cada que respiraba pero poco a poco era m‡s el placer de respirar que las primeras sensaciones de la entrada de ox’geno por mis fosas nasales.

 

Sent’a el calor del cuerpo de mi madre y no hab’a transcurrido mucho tiempo cuando de repente sent’ el impulso de levantar mi pico , buscando no se quŽ , ni porquŽ lo hac’a , eran los primeros instintos que mis genes de supervivencia me dictaban , de repente sent’ que estaba dentro del pico de mi madre y sent’ como una mezcla entraba por mi pico , de repente era de un sabor desagradable , pero sent’a la necesidad de tragar m‡s y m‡s hasta que mi peque–o buche ya no pod’a con m‡s , me quedŽ dormido no se por cu‡nto tiempo ...

 

Te cuento que mis padres eran una pareja de palomas de carreras que el due–o de este palomar en que hab’a nacido ten’a muchas esperanzas para ser el mejor competidor de su regi—n , no sŽ? Creo que o’a que quer’a ser el mejor competidor de vuelos de fondo , que ser‡ eso ?

 

Mi padre era un hermoso macho de color Rojo , ten’a las plumas secundarias de su ala de una altura de mediano a largas , su tras-ala no demasiado ancha , ni muy estrecha , oigo decir que una tras ala entre m‡s ancha vuelve m‡s lenta a las palomas de carreras , sus plumas primarias del ala eran muy delgadas , las escotaduras estaban muy espaciadas desde m‡s abajo de la mitad de las plumas hasta la punta de cada una de las 10 plumas , el final de sus plumas era m‡s bien picuda no eran redondeadas .

 

Ten’a dos caracter’sticas que lo hac’an una paloma muy preciada , la primera de las plumas primarias era m‡s larga que la secundaria pegada a ella , pienso yo que f‡cil era de uno a dos cent’metros m‡s alta , y la otra cualidad era que su pluma primaria nœmero ocho era del mismo tama–o que la nœmero diez y la primaria novena era mucho m‡s larga que estas por unos dos cent’metros , he o’do decir que la novena entre m‡s larga que la octava y dŽcima ser‡ una referencia de ser una paloma de carreras crack.

 

Ten’a un car‡cter fuerte , para empezar no admit’a que lo tuvieran en las manos , cuando el due–o de este palomar lo toma en sus manos el de inmediato empieza a luchar por soltarse y casi siempre lo logra , eso s’ , siempre acaba con sus plumas maltratadas por su intento se soltarse de las manos.

 

Es muy peculiar su forma de comportarse a la hora que le tratan de jalar el pico ya que es tanta su molestia que casi el due–o del palomar se queda con su pico.

 

El tiene unos ojos de color rojo- naranja con un color muy pigmentado , muy granulados , se ven los gr‡nulos como si fueran un relieve de varias monta–as una tras otra , alrededor de su pupila , por cierto muy peque–a , por la parte de afuera la rodea un circulo muy ancho y bien completo de color amarillo lim—n , dicen las personas que vienen a platicar con mi due–o que este es un signo de las palomas de mucho fondo , que las palomas que tienen este circulo amarillo lim—n su genŽtica les dicta mucha resistencia en grandes distancias.

 

El paladar de mi padre , por cierto el se llama el Òvagabundo Ò , est‡ completamente cerrado , tambiŽn he o’do decir que es un signo de una paloma de gran aliento que ser‡ de mucha resistencia y que las palomas de carreras con el paladar abierto dar‡n mas descendencia de desecho, para vuelos de fondo.

 

Cuando lo veo de frente me impresiona tanto , parece un bœho , ya que sus ojos se ven perfectamente al frente y arriba de su pico , sin lugar a dudas da la apariencia de ser una paloma con gran inteligencia, parece como si sus ojos se fueran a salir de su cabeza .

 

A mi corta edad me siento tan orgulloso ya que o’ decir a mi due–o que mi padre es un gran campe—n , que es un crack en todos los vuelos de fondo que lo ha mandado , dice que siempre ha llegado en el d’a de la suelta , con viento en contra y con lluvias , y que su clase la ha demostrado principalmente en tiempos de mucho calor y viento en contra.

 

Dice mi due–o que debido a sus grandes reflejos el siempre est‡ alerta de los peligros que encuentra a su regreso al palomar y siempre est‡ al alba cuando debido a los fuertes vientos se desv’a de su ruta de regreso a casa y siempre corrige el rumbo a tiempo , antes de que sea demasiado tarde.

Yo he visto esos reflejos de mi padre , cuando le abren su ala para observarlo , siempre tiene un tic de aventar su cabeza para atr‡s y de retorcer sus lomos , estos reflejos se acentœan m‡s cuando por debajo de su cuerpo aun lado de su flexible y delgada musculatura , casi pegado a su corta quilla , le dan un ligero apret—n y de nueva cuenta el responde como cuando tocas el bot—n del timbre de una casa , solo que el siempre responde a este ligero apret—n con su cabeza para atr‡s y retorciendo el lomo.

 

Por œltimo te cuento para que conozcas m‡s a mi padre que tiene una espalda fuerte y una cavidad bucal muy amplia como para beberse todo el viento cuando regresa de un gran vuelo de fondo.

 

De mi madre te comento poco , ella es de color negro bronceado , casi aterciopelado , solo he escuchado de ella que lleg— de un vuelo de 700 kil—metros casi destrozada , de ah’ recibe su nombre ÒLa destrozadaÓ , mi due–o no sabe como lleg— de regreso al palomar , solo comenta que tiene un coraz—n demasiado grande como para rendirse en las condiciones en que lleg— , debido a esta haza–a y su gran car‡cter , sinti— la corazonada de aparearla con ÒvagabundoÓ

 

Cuando cumpl’ mis ocho d’as de nacido me anillaron con un anillo para palomas de color azul y con el nœmero 0120-97 , en mi registro pusieron macho bronceado ÒEl ViajeroÓ .

 

Porque el viajero ?, ser‡ lo que mi destino me ten’a guardado , ser‡n las esperanzas de mi due–o , no se que halla sido pero ese fue desde ese d’a mi glorioso nombre y que iba a ser escuchado muy fuerte por todos los palomeros de la regi—n en un futuro.

 

Me faltaba comentarte que mi padre era de l’nea Braakuis-Demaret y mi madre era una Litaer con Baker Barendrecht .

 

Ya hab’an pasado m‡s de dos meses y me hab’an separado de mis padres desde que cumpl’ los 25 d’as de nacido , fue un duro golpe para mi , pero mi instinto de conservaci—n me empuj— hacia delante para buscar comida y agua , solo hab’an pasado siete d’as y ya me sent’a mejor . me sent’a independiente y cada d’a con la necesidad de demostrar que yo era el que dominaba en el palomar , siempre buscaba los lugares m‡s altos de las perchas era una forma de demostrar mi superioridad y mi clase sobre todos mis dem‡s compa–eros .

 

Las primeras veces que sal’ del palomar me sent’a grandemente impresionado de observar ese cielo azul que parec’a interminable , las nubes blancas pasaban y pasaban , de repente un p‡jaro , un avi—n , otra paloma , yo segu’a observando con la mirada de frente , debido a mi genŽtica de la posici—n de mis ojos no ten’a necesidad de ver primero con un ojo y despuŽs con el otro , mi mirada siempre de frente y con los dos ojos a la vez , a lo mejor esa iba a ser una cualidad tan importante a la hora de volar grandes distancias.

 

Sent’ de repente el impulso de volar y solo hacia movimientos con las alas , movimientos fuertes como para probar las fuerza de mis plumas remeras , abr’a la cola para ver su firmeza ya que sab’a no se por que , que esta iba a ser muy importante a la hora de aterrizar .

 

Sin pensarlo me lance al espacio , di tres vueltas en c’rculos casi perfectos y llegue al mismo punto del que hab’a partido , despuŽs de esas primeras experiencias de vuelo lo dem‡s fue f‡cil y divertido , no se porque yo no me cansaba como mis compa–eros de vuelo , pod’a volar y volar sin sentir cansancio alguno , ser‡ que en mis genes hay algo de informaci—n de algœn ancestro de palomas Trippler ? .

 

Te cuento la impresi—n tan grande que me lleve ese d’a que mi due–o me agarr— y me meti— en una cesta , sent’ temor y era tan grande mi incertidumbre de no saber que pasaba o que iba a pasar , que comencŽ a dar de picotazos a todo mi alrededor , quer’a estar solo pero era dif’cil , recuerdo que en esa primera experiencia terminamos todos picoteados en la cara y en los ojos.

 

Recuerdo que nos meti— en su carro y camino como 5 kil—metros , nosotros en la cesta no ve’amos nada de lo que pasaba afuera , de repente sentimos que el carro se detuvo y sentimos como un vac’o , era la cesta que se hab’a levantado del piso del carro.

 

Vi como mi due–o introduc’a la mano y agarr— a uno de mis compa–eros , despuŽs a otro y a otro , alcanzaba a escuchar como aleteaban como si fueran soltados .

 

Lleg— mi turno y sent’ como me aventaban hacia arriba , en ese vŽrtigo del impulso vi como las nubes y el cielo se ven’an hacia mi , me sent’ libre de momento y empecŽ a volar en un primer c’rculo , fui sintiendo descontrol y algo de temor ya que no sab’a en donde me encontraba , siempre hab’a volado en los alrededores de mi palomar , por instinto tratŽ de reconocer algo que estuviera cerca de mi casa y me empecŽ a levantar cada vez m‡s alto para tratar de ver m‡s lejos , esto debido a la curvatura de la tierra , no reconoc’a nada y el temor se apoderaba m‡s de mi , sent’ necesidad y a la vez seguridad de volar en una sola direcci—n , no se porque sent’a este impulso , pero a la vez me sent’a inseguro de tomar esa direcci—n , pero como un resorte me impulse hacia all‡ y cada vez m‡s r‡pido hasta que encontrŽ lugares conocidos muy familiares para mi , hab’a llegado a mi palomar , que fue lo que me impulso a tomar esta decisi—n , todav’a no lo sŽ , solo sent’ el impulso y tome la decisi—n de seguirlo.

 

Esto se repiti— varias veces de 10 Km. , de 15 Km. , de 20 Km. , hasta que alcanzamos la distancia de 80 Km. , te cuento que cada vez sent’a menos el temor y disfrutaba los paisajes y los olores de los campos cerca de mi palomar ya me eran familiares , fui memorizando algunos puntos al regreso a mi palomar ya que las sueltas eran consecutivas , al mismo tiempo la altura que tomaba para regresar a casa era cada vez m‡s baja ,sent’a que la fuerza que me retornaba a mi palomar estaba a nivel del suelo , eran como carreteras invisibles que me guiaban no se porque circunstancias pero all’ estaban pod’a sentirlas y sab’a que sal’an del piso y sent’a que cuando estaba m‡s cerca de casa esta fuerza invisible que sal’a del piso era m‡s fuerte .

 

Me acostumbrŽ en estos entrenamientos que me daba mi due–o que a veces no era necesario luchar contra el viento , me acostumbrŽ que era gastar fuerzas de m‡s , ya que era m‡s poderoso que yo.

 

A veces me llevaba m‡s al norte de mi entrada natural de los alrededores de mi casa , otras veces me llevaba m‡s la sur , otras al oeste o al este , pero no se porque mi instinto siempre me llevaba a corregir el rumbo , como una computadora mi cerebro hacia c‡lculos de coordenadas y siempre iba por el camino m‡s directo de mi palomar , a veces me sent’a frustrado de no traer algo de genŽtica de la l’nea Janssen de Arrendok , mis compa–eros que si tra’an en su genŽtica de esta l’nea siempre agarraba el curso m‡s directo que el que yo tomaba , no eran m‡s veloces ni m‡s resistentes que yo , su gracia consist’a en el rumbo m‡s directo que su cerebro les dictaba.

 

Sobre todo eran m‡s peligrosos cuando lleg‡bamos al punto de rompimiento en la entrada a la ciudad , algunos nos acompa–‡bamos casi todo el recorrido al regreso de un concurso , yo me sent’a m‡s fuerte y resistente que muchos de ellos , pero en este punto de rompimiento como ya te comentŽ segu’an la l’nea m‡s recta a su palomar y me sacaban hasta dos minutos de ventaja , tanto batallar a mi regreso y demostrarles mi superior resistencia y clase durante todo el vuelo , pero su instinto en el punto de rompimiento era mejor que el m’o , me dec’a internamente a m‡s distancia mi clase ser‡ un factor decisivo para vencerlos , cuando ellos sientan la fatiga debido al cansancio natural para ellos su cerebro dejar‡ de funcionar a la perfecci—n para encontrar el punto m‡s recto a su palomar , a lo mejor algœn dato mal capturado por la fatiga de ellos ser‡ mi ventaja.

 

Recuerdo uno de los d’as m‡s felices de mi vida , nos hab’an llevado a un concurso de 350 kil—metros , estaba en la cesta de concursos muy inquieto , me sent’a fuerte , nunca hab’a sentido tanta potencia en mis mœsculos , sab’a que de nuevo me iban a vencer las palomas que tomaban el camino m‡s recto de regreso a casa , sent’a en el piso de afuera el camino que deb’a tomar en cuanto abrieran las puertas de la cesta , pero tambiŽn sent’a algo raro , afuera de la cesta se escuchaba zumbar el viento m‡s fuerte de lo normal , y penetraba por atr‡s de la cesta en donde estaba con mucha fuerza , sent’a en mis patas y en mi cuerpo como era fr’o , en un instante todo paso , vi como ca’a la puerta de la cesta y como un resorte me impulsŽ hacia fuera , trate de dar un giro pero me costo trabajo , el viento me arrastraba con tal fuerza que me era imposible hacer cualquier giro , observŽ por mi instinto el mejor camino que me llevar’a a casa y que sal’a del piso y el viento que me llevaba de cola era fuert’simo , sent’a inestabilidad en el vuelo y el temor de estrellarme en un Huisache , en un alambre de pœas de alguna cerca que ven’an una tras otra , de repente me acercaba a una piedra , otra vez otra cerca , era una velocidad impresionante a la que iba , nunca hab’a volado tan r‡pido , pienso que en algunos tramos a campo traviesa f‡cil alcanz‡bamos los 2000 mts/ minuto o 120 Km. por hora .

 

 

EmpecŽ a estabilizar el vuelo y a tener m‡s confianza , mi genŽtica me hab’a dotado de una tras ala m‡s estable , de una cola mejor condicionada para esta velocidad , mis remeras primarias tambiŽn me estabilizaban mejor en el aire , esto era debido al escape de mis plumas , ya que no me llevaba el aire como un papalote , pensŽ en mis compa–eros de concurso con remeras m‡s anchas y escotaduras cerradas , pobres de ellos solo les faltaba un hilo para que fueran papalotes y el aire se los llevaba como quisiera , la flexibilidad de mis mœsculos y el gran car‡cter que me hab’an heredado no me amedrentaron a recorrer esta distancia a esta velocidad vertiginosa , llegamos al punto de rompimiento y llegue pr‡cticamente solo , tra’a f‡cil una ventaja como de 6 minutos , llegue al palomar ganando el concurso con un promedio de velocidad de 1,684 mts/min.

 

En donde hab’a quedado la ventaja de tomar el rumbo m‡s recto en el punto de rompimiento , estas palomas fueron m‡s inestables y cobardes con gran viento en cola , su velocidad promedio fue de 1,510 mts/min .

 

DespuŽs mis triunfos se fueron multiplicando en las distancias de 650 kil—metros a 900 kil—metros , pr‡cticamente era invencible en estas pruebas , nunca estuve una noche fuera de casa en concursos de fondo a los que me enviaron , mi due–o siempre trataba de recuperarme desde que llegaba a casa , me recib’a con agua , potasio y sal en el agua , una vez que me hidrataba me dotaba de agua con miel para recuperarme totalmente , si llegaba muy cansado esto lo repet’a tambiŽn al d’a siguiente de que hab’a llegado .

 

Me dotaba de una alimentaci—n de alta calidad que conten’a 65 % de carbohidratos , 20 % de grasas y 15 % de prote’nas , a mis compa–eros que llegaban muy cansados les daba muchos d’as de descanso sin salir de casa , pero con una comida m‡s ligera .

 

Siempre me mandaba a los concursos de fondo cada 15 d’as , tiempo suficiente para reponer mis fuerzas.

 

A medida que fui adquiriendo m‡s edad y experiencia en los concursos , mi due–o me mandaba hasta 400 kil—metros de concurso y de ah’ iba directamente a los concursos de 750 800 o 900 kil—metros , entrenando en palomar por mes y medio sin tratar de agotarme y una que otra suelta en carretera a no m‡s de 90 kil—metros , antes de afrontar esos concursos de fondo , como ver‡s iba tan entero a estos concursos que pr‡cticamente fui imbatible en todos los que tome parte .

 

Actualmente tengo 5 a–os de edad , debajo de mis alas tengo una experiencia de m‡s de 12,000 kil—metros en concursos , he volado en cuatro ocasiones 800 kil—metros y en dos 900 kil—metros.

 

He ganado 4 concurso de fondo y el de medio fondo que te contŽ a la velocidad vertiginosa que experimentŽ .

 

Actualmente formo parte del grupo de reproductores del palomar al que pertenezco y en la entrada de mi nido dice orgullosamente , ÒEL VIAJEROÓ .

 

Parte II ÒREGRESO A CASA Ò

 

 

Era el a–o de 1999 , est‡bamos terminando la estaci—n del Invierno 1998-1999 , a v’speras de entrar a la Primavera del a–o nuevo , los fr’os de Diciembre , Enero y Febrero pr‡cticamente estaban quedando atr‡s , en estos primeros d’as de Marzo ya se sent’an los d’as c‡lidos que presagiaban un a–o muy caluroso ; como todos los d’as , te podr’a decir que sin fallar uno solo , sal’a a volar diario en la ma–ana alrededor del palomar.

 

Se acercaba la temporada de vuelo denominada Ruta de Adultas , era la ruta m‡s pesada de la temporada debido a que en esta se vuelan las largas distancias de fondo como son los vuelos de 600 a 830 kil—metros.

Como siempre yo era la esperanza en este palomar , la preocupaci—n de mi due–o era evidente y solo pensaba : ÒComo se ir‡ poniendo El Viajero en esta ruta que comienza Ó.

 

De echo la temporada de entrenar alrededor del palomar se fue muy r‡pido y los vuelos sobre carretera hab’an comenzado ya hab’a sido soltado en unas cinco ocasiones de una distancia de 45 kil—metros.

 

Pronto llegar’an los vuelos de fondo y deber’a estar al tope en condici—n f’sica para poder afrontar sin problemas los primeros vuelos de la temporada , estos primeros vuelos se afrontan con una excelente condici—n f’sica , y la forma , esa caprichosa forma me ir‡ llegando poco a poco conforme vaya llegando el calorcito de la temporada , ÁBendito Sol ! creador de la forma en la paloma de carreras.

 

La temporada avanzo de manera muy r‡pida y los vuelos de medio fondo hab’an llegado a su fin .

Hoy Domingo muy temprano nos hab’an soltado de 800 kil—metros , tomamos el retorno en una direcci—n de Norte a Sur , todo el pelot—n de unas 350 palomas formamos un solo grupo y vol‡bamos a una altura de no m‡s de diez metros sobre el nivel del suelo , el viento y el calor comenzaron a subir de intensidad , bajamos al suelo lo m‡s que pudimos , era una maniobra por dem‡s peligrosa , debido a los obst‡culos que ’bamos a ir sorteando , pero el viento que llev‡bamos lo ten’amos de frente y para no agotarnos demasiado busc‡bamos el nivel del suelo en donde soplaba con menos intensidad.

 

La parte m‡s dif’cil de esta ruta son las ca–adas que vamos encontrando de regreso a casa , estas se forman en las faldas de los cerros que vamos sorteando , acuŽrdate que las carreteras que nos gu’an est‡n a nivel del piso y al regreso a casa hay que ir rodeando los cerros y monta–as para no perder la pista de ellas , algunas ca–adas de estas imag’natelas como un embudo , y dentro de este embudo se arremolinan vientos en contra de hasta 60 kil—metros por hora.

 

Cu‡nto podrŽ avanzar en uno de estos d’as duros cuando me enfrento a estos dur’simos tifones con aire en contra? , no hab’amos avanzado todav’a m‡s de 300 kil—metros cuando ya el grupo hab’a mermado en m‡s de un 50% , el punto de colapso hab’a llegado demasiado temprano para ellos , luego te comento m‡s a fondo de este punto que es m‡s dif’cil de pasar que un muro de concreto.

 

El pelot—n inicial se hab’a partido en varios grupos , en el pelot—n puntero ’bamos alrededor de cincuenta palomas , imag’nate un grupo de aviones en hilera , cincuenta b—lidos en una sola l’nea , todos aleteando a un solo ritmo , fuerza y coraz—n se iban quedando en cada aletazo ...

 

De vez en cuando el compa–ero del lado derecho de la hilera se incorporaba al centro , luego era el compa–ero de la izquierda y as’ nos ’bamos turnando sucesivamente.

El centro de la hilera es la parte m‡s c—moda y segura , por eso la buscamos cada determinada distancia.

 

Estos desgastantes vuelos de fondo no los ganan las palomas m‡s veloces , los vencedores estar‡n entre las palomas que llevemos primero el car‡cter suficiente para no acobardarnos con cualquier obst‡culo o dificultad que se presente en el camino.

 

En este car‡cter que lleva uno dentro debido a la genŽtica de paloma de gran aliento va incluida la resistencia para no bajar en los apetitosos vasos y arroyos de agua que encontramos en el regreso a casa.

 

Una distracci—n tan peligrosa como esta de bajar a tomar agua , te lleva primero a perder tiempo valioso que jam‡s vas a recuperar y lo m‡s triste de esto que he visto en varios vuelos es el de ser una presa m‡s f‡cil para los depredadores de vuelo.

 

AcuŽrdate siempre que los depredadores m‡s inteligentes del reino animal buscan a sus presas precisamente en donde hay agua , despuŽs de saciar la sed normalmente ya no hay regreso a casa .

El d’a iba terminando faltaban alrededor de 150 kil—metros para llegar al punto de rompimiento , gracias a nuestros instintos heredados hab’amos soportado todo este trayecto lleno de dificultades de aire en contra y sed solamente diez palomas .

M‡s atr‡s ven’an otras palomas con deseos iguales de llegar en el d’a a su destino pero m‡s desgastadas y cansadas que nosotros.

Te comento que cualquier paloma puede afrontar esta desgastarte prueba de 800 kil—metros si va al vuelo con suficientes reservas , pero solo unas pocas podremos llegar en punta con la velocidad suficiente para arribar en el mismo d’a de la suelta , solo las que tenemos los instintos de calidad para vencer tentaciones de agua, de sombras frescas , de corregir el rumbo casi en forma instant‡nea y sobre todo tener la clase de no dejarse vencer por la fatiga lo lograremos.

A veces en las ca–adas que te comentŽ se nos pasa todo el d’a luchando infructuosamente por avanzar algo de distancia sin lograrlo y solo hasta que aminora este viento encerrado en este gran embudo de los cerros y monta–as es cuando nuevamente se logra dar avance de regreso a casa y a veces ya es demasiado tarde , la noche se vino encima o el cansancio en esta lucha ya hizo demasiados estragos.

El cielo iba cambiando de azul claro y brillante a un color gris con tonos anaranjados y rojizos , lugares familiares comencŽ a reconocer , lugares sombreados por la noche pr—xima , solo cuatro palomas logramos entrar juntas ya casi cayendo la noche , nos ve’amos unas a otras en una ya peque–a hilera horizontal de cuatro palomas, los aletazos se convirtieron en solo leves aleteos , los poderosos b—lidos solo Žramos simples planeadores , por inercia me deje llevar hacia mi palomar , mi altura era casi al ras de los ‡rboles , mi direcci—n era a veces en forma diagonal y titubeante hacia mi palomar debido al leve aire en contra , pero despuŽs de doce horas de vuelo parec’a una r‡faga de m‡s de 80 kil—metros por hora , me deje caer lentamente al mirar la rampa de mi palomar , nada de ruido , como un planeador ca’ sobre de ella , mis patas se quer’an doblar , no las sent’a , por instinto las baje pero no sent’a el piso de la rampa , de momento cre’ que me iba a caer de frente , pero di unos tres o cuatro pasitos cortos y pude controlar mi aterrizaje de por si ya muy ligero, entre r‡pidamente por el embudo de la trampa y al caer esta fue cuando se escucho ruido y pude sentir como a mi due–o casi le da un ataque al coraz—n en este mi peor REGRESO A CASA .

 

Parte III y œltima , ÒReflexionesÓ

 

 

En este andar de la vida uno se comporta de acuerdo a dos patrones adquiridos , el de la genŽtica que adquirimos de ambos padres y el de la ense–anza transmitida por actitudes y comportamientos tambiŽn de ambos padres , esta œltima es importante ya que es por medio

de ella que logramos un estatus inmediato en la colonia (palomar) en el que vivimos,- aprendemos la forma de pelear por la comida , el car‡cter con el nos vamos a desenvolver durante toda nuestra existencia , aprendemos patrones de supervivencia de forma inmediata y otras cosas invisibles para el ojo humano pero tan importantes en nuestra vida futura que aprendemos desde que nacemos hasta que nos volvemos independientes.

 

Que tan importante es esta œltima ense–anza que se me hace imposible de creer cuando veo en el palomar en el que vivo que mi due–o tiene palomas de poco valor , podr’a decirte que inservibles para competencia y de nula calidad para transmitir algo bueno en esta ense–anza que te comento de actitudes y comportamientos , creo que las llama NODRIZAS , para criar huevos de sus palomas favoritas , he visto con tristeza como hermanos m’os , precisamente criados por estas parejas de Nodrizas se comportan como verdaderos ejemplares mediocres , a pesar de la gran genŽtica que adquirieron de mis padres , que diferente ser’a si hubieran sido criados por mis padres .

 

Siempre me pasa lo mismo cuando mi due–o me saca a volar en las tardes , como ahora pertenezco a el equipo de reproducci—n , salgo una o dos veces por semana a volar lo que quiero , al termino de mis vueltas alrededor de mi vecindario me quedo buen rato con la mirada fija en el lejano azul del horizonte , en el infinito azul del cielo o en las blancas y abultadas nubes que corretean y van y vienen a la voluntad del viento.

 

En esta quietud y tranquilidad arriba de mi palomar me llegan recuerdos de las duras batallas que tuve para regresar a mi palomar de esas peligrosas aventuras tan lejos del hogar , me llegan recuerdos de mis miedos que sent’a de saber estar muy distante de lo que m‡s ama uno , el lugar en que se siente uno protegido de cualquier peligro , en el territorio en que creci— uno y que sabes que no falta agua y comida , te sabes protegido por tu due–o que al menor signo de que te sientas mal ya te esta dando medicamentos.

 

Me gusta quedarme hasta que se pierde el sol atr‡s de las monta–as , es en ese momento que me llegan m‡s ideas que cualquier otro momento del d’a , me pregunto , ÒÀ Cuantas ense–anzas tan valiosas me hubiera transmitido mi padre el vagabundo si me hubieran dejado crecer m‡s junto a Žl , si me hubieran dejado salir a volar con Žl y no me hubieran destetado desde los pocos d’as de mi nacimiento?

 

Recuerdo la importancia de aprender de que lado sale el sol y de que lado se mete.

Me llegan recuerdos de esos d’as en que me quedaba fuera del palomar solo para disfrutar del lento caminar del astro rey , el d’a se me hacia corto ya que de repente se me desaparec’a el sol para volver al d’a siguiente del lado contrario.

 

Cu‡ntas verdades y cu‡ntas mentiras he escuchado en este palomar en que nac’ , algunas son solo ilusiones vanas , otras son solo falacias y la mayor’a las podr’a calificar de verdaderas barbaridades.

 

Ellos (los palomeros) las llaman teor’as y creo que las llaman as’ porque se oye bonito creer en algo que se oye as’ , bonito.

 

En tantos vuelos de regreso a casa solo he aprendido algo que es dif’cil de asimilar por los humanos palomeros , la mayor’a de las palomas que vamos a concursos no servimos para nada , solo para romper ilusiones y sue–os , cuando estos se rompen he visto llorar a colomb—filos que creyeron antes en algo sin saber esta verdad que te digo, que piensas si te digo que he estado en sueltas de tres mil palomas , y solo tuvimos los instintos ocultos pero necesarios para retornar a casa en el mismo d’a de la suelta solo setenta palomas , triste realidad el ochenta por ciento nunca regresar‡.

 

Estos los llamar’a yo vuelos selectivos , es aqu’ en donde podr’a haber una mina de buenos reproductores , y de aqu’ de esta mata volver a dejar de otros vuelos selectivos m‡s y m‡s reproductores , selecci—n a–o tras a–o , dir’a decenas de a–os .

 

Recuerdo mis a–os de volador , creo que nunca disfrute del sabor del agua natural , sabor incomparable del preciado l’quido puesto a nuestra disposici—n por Dios nuestro se–or , as’ tal cu‡l es no hay sabor comparable en todo el mundo para un organismo sediento , me pregunto yo que ser‡ m‡s importante en el juego de los concursos de palomas a los que somos sometidos , un garraf—n lleno de color y sabor a vitaminas o una buena motivaci—n psicol—gica.

 

Recuerdo el juego al que fui sometido por el due–o de mi palomar , dŽjame contarte que ten’a a mi hembra en la ruta del a–o 2000 en nido con 14 d’as de incubaci—n , un d’a que llegue de una suelta de 80 kil—metros fue grande mi desesperaci—n y mi ansiedad de no encontrar por ninguna parte de mi palomar a mi compa–era ni a mi nido , no fue hasta el d’a s‡bado antes de mi salida al entrenamiento del club que me fue soltada por un momento , mi alegr’a fue tan grande que me arrime al rinc—n en donde acostumbro a hacer mi nido , all’ la llamŽ para que estuviera cerca de mi y de repente me tomo mi due–o y me encesto.

Todo el trayecto del camino al punto de suelta solo ten’a fija en la mente el momento de estar nuevamente con mi compa–era y ya sabr‡s como sal’ como b—lido de la cesta hasta que llegue a casa y la encontrŽ all’ en donde la hab’a dejado.

 

Esto se repiti— por varias semanas y esta desesperaci—n de estar junto a mi compa–era y tener la esperanza de hacer nido nuevamente con ella fue mi fuerza suficiente para vencer en todas esas sueltas de concursos a casi la mayor’a de las palomas de concurso y ser siempre la primera de mi palomar.

 

Quisiera decirle a mi due–o que se fije un poco de lo que sucede en el mundo natural , todas las aves que recorren grandes distancias no conocen otro color ni otro sabor del agua que toman m‡s de la que hay en el mundo natural , ellas no conocen nada de los que nos da la ÒInteligencia del hombreÓ.

 

Su recorrido de dos mil , y hasta ocho mil y diez mil kil—metros solo lo hacen por una motivaci—n natural que es la de llegar primero para escoger las mejores hembras y los mejores lugares para aparearse.

 

Otras aves lo hacen para llegar a lugares en donde hay m‡s comida abundante para sus cr’as o por retirarse de lugares en donde los fr’os invernales ser‡n m‡s severos y buscan lugares m‡s c‡lidos.

 

Reflexiono de lo que oigo en mi palomar acerca de las cosas que echan en el agua para que las tomemos , de un total de sesenta palomas bien vitaminadas solo llego yo en el d’a de la suelta ,se perder‡n otras cincuenta y razono a lo mejor a las otras cincuenta y nueve les deben dar vitaminas m‡s caras para que puedan vencerme y terminar estas largas pruebas de fondo sin perderse.

 

Los a–os van y los a–os vienen , no hay nada nuevo bajo el sol , todo es y ser‡ siempre lo mismo , Dios nos formo para lo que somos , ya traemos en nuestra genŽtica para lo que somos , ves ahora nuevos nombres de l’neas de palomas , pero si pudieras ver y leer su c—digo helicoidal genŽtico ver’as escrito por ejemplo en los Jan Arden , en los Wan Van Roy , en los Braakuis , en los Baker Barendreght , etc.

C—digo helicoidal genŽtico en un 99.00 % idŽntico a los Bricoux , a los Delbar , a los Devriendt.

 

Y si vieras el c—digo helicoidal genŽtico de la mayor’a de las l’neas ganadoras del a–o 2004 en todo el mundo ver’as escrito , 99.00% del c—digo helicoidal de los Wegge .

F I N